Tras la llegada de Cristobal Colon, En 1592, Muchos conquistadores decidieron todas rumbo hacia el nuevo mundo, con autorización de la corona real.
El sector correspondiente al Ecuador fue ocupado en forma efectiva por Sebastián de Benalcázar, en 1534 fue fundada por Diego de Almagro la ciudad de San Pedro de Riobamba la primera ciudad fundada en el actual Ecuador. A Sebastián de Benalcázar se le debe la fundación de San Francisco de Quito también en 1534. El conquistador Francisco Pacheco bajo las órdenes de Diego de Almagro, por su parte, fundó San Gregorio de Puerto Viejo en 1535 convirtiéndola a ésta en la primera ciudad asentada en la actual costa ecuatoriana.
Autorizado por Pizarro remontó el Guayas, y la asentó en un lugar cercano a la boca del río Yaguachi sobre el río Amay (Babahoyo), y se la conoció como Santiago de Amay (1535). Asaltada e incendiada por los bravíos Chonos se mudó a la culata del río con el nombre de Santiago de la Culata (1536). Nuevamente asolada, esta vez por la alianza de Chonos y Punáes, escapó a otro lugar y fue reconocida como Santiago de la Nueva Castilla (1537). En recurrencia trágica se refugió entre los huancavilcas “que eran gente de paz” (1542), pero nuevamente debieron huir, esta vez a la vera de un pueblo indígena llamado “Guayaquile” (1543). Temiendo retaliaciones construyeron grandes balsas, y, encabezados por los capitanes Olmos, Rodrigo Vargas de Guzmán y Toribio de Castro, 140 personas con su menaje cruzaron el río Amay. Y, el 25 de julio de 1547, día del apóstol Santiago, patrono de la ciudad, atracaron en Las Peñas y asentaron la ciudad en la unión cimera de los cerros que hoy se conocen como Santa Ana y del Carmen. Desde entonces es Santiago de Guayaquil.
Autorizado por Pizarro remontó el Guayas, y la asentó en un lugar cercano a la boca del río Yaguachi sobre el río Amay (Babahoyo), y se la conoció como Santiago de Amay (1535). Asaltada e incendiada por los bravíos Chonos se mudó a la culata del río con el nombre de Santiago de la Culata (1536). Nuevamente asolada, esta vez por la alianza de Chonos y Punáes, escapó a otro lugar y fue reconocida como Santiago de la Nueva Castilla (1537). En recurrencia trágica se refugió entre los huancavilcas “que eran gente de paz” (1542), pero nuevamente debieron huir, esta vez a la vera de un pueblo indígena llamado “Guayaquile” (1543). Temiendo retaliaciones construyeron grandes balsas, y, encabezados por los capitanes Olmos, Rodrigo Vargas de Guzmán y Toribio de Castro, 140 personas con su menaje cruzaron el río Amay. Y, el 25 de julio de 1547, día del apóstol Santiago, patrono de la ciudad, atracaron en Las Peñas y asentaron la ciudad en la unión cimera de los cerros que hoy se conocen como Santa Ana y del Carmen. Desde entonces es Santiago de Guayaquil.
La ciudad de Cuenca fue fundada en 1557 sobre las ruinas de la ciudad Inca de Tomebamba, esto fue llevado a cabo por Don Gil Ramírez Dávalos, bajo órdenes del Virrey del Perú.
Una expedición, al mando de Francisco de Orellana, descubrió en 1542 el río Amazonas. Algunos años después tuvo lugar la fundación de la Presidencia y Real Audiencia de Quito (1563), la cual estuvo subordinada al Virreinato del Perú (excepto durante el breve período de 1717 a 1723) hasta 1740, fecha en que fue puesta bajo el Virreinato de Nueva Granada. El sistema colonial impuesto por el rey de España originó tensiones que se tradujeron en disturbios contra los impuestos, o contra ciertos obstáculos comerciales (alcabalas: 1592-93; estancos: 1765).
Independencia:
A comienzos del siglo XIX las insurrecciones acogieron las prédicas de Eugenio Espejo de la década anterior. Los primeros movimientos empezaron en 1809 con la rebelión de los criollos contra el gobierno español de naturaleza napoleónica. Los sublevados formaron una Junta de Gobierno provisional el 10 de agosto de 1809 en Quito, pero los participantes fueron vencidos por tropas enviadas desde elVirreinato del Perú y el Virreinato de Nueva Granada. En esa fecha los sublevados no propugnaban la independencia, sino cambiar las autoridades "afrancesadas" en Quito, manteniendo fidelidad al cautivo rey Fernando VII. Como indica el acta, el presidente de esta Junta "Prestará juramento solemne de obediencia y fidelidad al Rey...Sostendrá la pureza de la religión, los derechos del Rey, y los de la patria y hará guerra mortal a todos sus enemigos, principalmente franceses". A pesar de que en realidad esta junta no promovió la independencia del país, pues esta llegó realmente el 11 de octubre de 1811 con la creación del Estado de Quito, según unos, y el 9 de octubre de 1820 con la Provincia Libre de Guayaquil, según otros, en Ecuador se conoce este suceso como elPrimer Grito de Independencia Hispanoamericana. Muchos de los comprometidos perecieron durante la matanza del 2 de agosto de 1810.
Una segunda Junta iniciada con la llegada de Carlos de Montúfar, designado Comisionado de Regencia por las Cortes de Cádiz, se instaló el 22 de septiembre de 1810 en el Palacio Real de Quito. Varios eventos desencadenaron la declaración de desobediencia al Virreinato de Nueva Granada el 9 de octubre de 1811, y el 11 del mismo mes se produce la primera declaración de independencia de un territorio en los territorios del actual Ecuador, el Estado de Quito. Esta fugaz nación contó con su propia Constitución, aprobada el 15 de febrero de 1812, en la que más que una Monarquía Constitucional, la forma de gobierno que implanta el documento es la de un Estado Soberano que reconoce al Rey de España como su Señor simbólico, en un modelo en gran medida similar al implantado en la Commonwealth británica, integrada por Estados independientes, que reconocen al Monarca como representación meramente simbólica de Jefe del Estado, pero sin ninguna competencia política real. El Quito independiente tuvo corta vida, pues duró poco más de un año al ser repelido continuamente por fuerzas de Guayaquil,Lima y Bogotá, que le propinaron sendos fracasos militares que terminaron desintegrando el Estado tras la Batalla de Ibarra, el 1 de diciembre de 1812.
Un segundo movimiento independentista inició el 9 de octubre de 1820, cuando los criollos e individuos de la guarnición de Guayaquil dirigidos por José Joaquín de Olmedo se rebelaron y expulsaron a las autoridades fieles al rey, creando una nueva nación llamada Provincia Libre de Guayaquil. La junta revolucionaria que se formó en seguida pidió ayuda a Simón Bolívar, quien envió a Antonio José de Sucre y algunos centenares de soldados; la campaña sobre la Sierra avanzó trabajosamente hasta que Sucre se impuso en la batalla de Pichincha, juntos con las fuerzas peruana, al mando del coronel Jose de Santacruz, librada sobre las estribaciones de este volcán, hacia la parte occidental de Quito, el 24 de mayo de 1822, fecha que es reconocida por los ecuatorianos como la de su independencia de España. Poco después la antigua Audiencia se unió a la Gran Colombia, dirigida por Bolívar, al cabo de un tiempo también Guayaquil, pero cuando fracasó el vasto proyecto del Libertador un grupo de notables reunido en Quito decidió organizar el nuevo país como Estado independiente (13 de mayo de 1830) y entregó el poder al general venezolano Juan José Flores.
.Ecuador como república:
La Asamblea Constituyente de Riobamba, entre agosto y septiembre de 1830, expidió la Primera Carta Magna del Ecuador, que estableció la forma de Estado unitaria, la forma de Gobierno democrática y la separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), así como el voto censitario y la concesión de la nacionalidad a quienes hubieren formado parte de los ejércitos emancipadores.. Dispersado el grupo, surgió como rival peligroso Vicente Rocafuerte, hasta el momento en que pactó con Flores y le sustituyó en el mando. Rocafuerte impulsó el desarrollo cultural. Desde ese año hasta 1860 la figura más importante fue la del general José María Urbina, quien libertó a los esclavos negros, pero permitió que el ejército acumulara privilegios excesivos. La crisis de 1858-60 acabó con su influjo; debió refugiarse en el Perú, dejando paso a Gabriel García Moreno. Este mandatario trató de organizar el país sobre bases católicas; desatando una dura represión en contra de sus adversarios, ejecutando al mismo tiempo básicas obras viales y de educación y mejorando la hacienda pública. En el año de 1861 se expidió la séptima constitución de la República, misma que eliminó el sufragio censitario. Posteriormente García Moreno fue sucedido por Jerónimo Carrión y Xavier Espinoza. Luego de ello García Moreno asumió un segundo mandato desde 1869 a 1875, fecha en que ganó un tercer período que no pudo ejercer al ser asesinado en 1875. Le sucedió Antonio Borrero, y a éste el general Ignacio de Veintimilla, quien se distinguió por su autoritarismo personalista, siendo desalojado del poder gracias a la campaña de la Restauración, que unió a conservadores, liberales y progresistas. Fueron estos últimos quienes se hicieron en definitiva con el mando.
A partir de los años treinta la vida política del Ecuador estuvo dominada por la figura caudillista de José María Velasco Ibarra, quien inició su primer mandato presidencial en 1934, y posteriormente ocupó la presidencia otras cuatro veces, aunque sólo pudo completar el período en la segunda ocasión (1952-56). En 1941 el Perú invadió con sus tropas territorio ecuatoriano en lo que desencadenaría Guerra peruano-ecuatoriana. En ese tiempo el Ecuador estaba inmerso en luchas políticas internas, por lo cual no se preparó bien la defensa de su territorio. El Ecuador tuvo que firmar prácticamente a la fuerza el Protocolo de Río de Janeiro, llamado "Tratado de Paz, Amistad y Límites", el cual declararía nulo, hasta la firma de paz definitiva en 1998 en Itamaraty, Brasil (Ver Conflicto Perú-Ecuador). Pese a sus deficiencias como administrador y su vinculación a los grupos de oligarquía, impulsó ambiciosas obras viales y educacionales y mantuvo una política exterior de independencia. Luego de la caída de Velasco en 1961, le reemplazó su vicepresidente Carlos Julio Arosemena Monroy, quien a su vez fue derrocado en julio de 1963 por una Junta Militar presidida por Ramón Castro Jijón. El fracaso económico y el estallido de una revuelta popular determinaron el nombramiento, ocurrido en marzo de 1966, de un mandatario provisional, Clemente Yerovi. Ocho meses más tarde la nueva Asamblea Constituyente encargó la dirección del país a Otto Arosemena. Por entonces se descubrieron ricos yacimientos de petróleo en zonas del nororiente. Los comicios de 1968 devolvieron una vez más al poder a Velasco Ibarra, que se declaró dictador en 1970 y disolvió el congreso. Velasco Ibarra fue una vez más destituido por un golpe militar en febrero de 1972. Asumió entonces la jefatura suprema el general Guillermo Rodríguez Lara, depuesto a su vez en 1976 por un triunvirato militar encabezado por el vicealmirante Alfredo Poveda Burbano.
Sistema constitucional:
El triunvirato militar, presionado por el consenso público interno y externo, implementó un proceso de retorno al sistema constitucional. El momento era visto por las clases y sectores dominantes como el idóneo para legitimar su égida asegurándose los tradicionales procedimientos de control del poder. Sin embargo, cierto sector de las Fuerzas Armadas, no quería ver que temas relativos a las nacionalizaciones (petroleras y mineras, comercialización de productos de la canasta familiar, electrificación, comunicaciones, etcétera), corrieran los peligros de las privatizaciones para recaer en las manos de las clases hasta ahora dominantes. Así que ese sector, cuya cabeza política visible era el entonces coronel Richelieu Levoyer (junto a René Vargas y otros), logró entusiasmar a la población ecuatoriana a que aceptase un proceso de retorno a la Constitución que incluyera a sectores tradicionalmente excluidos en el juego por el poder: indígenas, centrales sindicales, partidos políticos de izquierdas, etcétera. De ese modo y mediante un referéndum fue aprobada una nueva Constitución en enero de (1978). En las elecciones de 1978-79 triunfó el candidato del partido Concentración de Fuerzas Populares, Ab. Jaime Roldós Aguilera , frente al conservador y socialcristiano Arq. Sixto Durán Ballén, que contaba con el apoyo oficialista. Tras la muerte de Roldós en un accidente de aviación el 24 de mayo de 1981, le sucedió el vicepresidente democratacristiano Osvaldo Hurtado Larrea. Poco después, el congreso nombró vicepresidente al hermano de Jaime Roldós Aguilera, León Roldós Aguilera.
En las presidenciales de 1984 venció León Febres-Cordero, candidato del derechista Frente de Reconstrucción Nacional al candidato de la Izquierda Democrática Rodrigo Borja Cevallos. Durante su mandato, Febres-Cordero sufrió varios intentos de golpe de Estado e incluso un breve secuestro. El gobierno fue duramente cuestionado por la represión hacia un grupo subversivo llamado "Alfaro Vive Carajo", por observadores de derechos humanos.
En las presidenciales de 1988 venció el socialdemócrata Rodrigo Borja Cevallos frente al candidato populista del Partido Roldosista Ecuatoriano Abdalá Bucaram. En su gestión hubo un grave levantamiento indígena, el cual dio fuerza política a las agrupaciones indias.
En las presidenciales de 1984 venció León Febres-Cordero, candidato del derechista Frente de Reconstrucción Nacional al candidato de la Izquierda Democrática Rodrigo Borja Cevallos. Durante su mandato, Febres-Cordero sufrió varios intentos de golpe de Estado e incluso un breve secuestro. El gobierno fue duramente cuestionado por la represión hacia un grupo subversivo llamado "Alfaro Vive Carajo", por observadores de derechos humanos.
En las presidenciales de 1988 venció el socialdemócrata Rodrigo Borja Cevallos frente al candidato populista del Partido Roldosista Ecuatoriano Abdalá Bucaram. En su gestión hubo un grave levantamiento indígena, el cual dio fuerza política a las agrupaciones indias.
En 1992 Sixto Durán Ballén, de Unidad Republicana triunfó sobre el candidato del Partido Social Cristiano (derecha) Jaime Nebot Saadi. En enero de 1995 se produjo la famosa Guerra del Cenepa en la cordillera del Cóndor, derivadas de las incursiones del ejército peruano. Después de varias escaramuzas, Perú y Ecuador firmaron una doble declaración de paz en Brasilia (17 de febrero) y Montevideo (28 de febrero).
Abdalá Bucaram, del Partido Roldosista Ecuatoriano (populista) venció en las elecciones presidenciales de 1996. Triunfó sobre el candidato del Partido Social Cristiano (derecha) Jaime Nebot Saadi, pero su desastrosa gestión económica y sus frecuentes escándalos provocó protestas populares masivas y una huelga general. El Congreso optó por destituirlo por «incapacidad mental» en febrero de 1997. Asumió la vicepresidente Rosalía Arteaga, pero no pudo sostenerse en el cargo y dos días más tarde cedió bajo presiones el poder a Fabián Alarcón, que hasta entonces presidía el poder legislativo. Esta situación perduraría hasta que se celebraran las nuevas presidenciales anticipadas de 1998.
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Ese año también se logró un acuerdo fronterizo con Perú el 26 de octubre. En el año 1999 se decretó un feriado bancario, en el cual la mitad del sistema financiero ecuatoriano colapsó, y miles de ahorristas perdieron su dinero. La pésima administración económica causó una recesión que obligó a cientos de miles de personas buscar trabajo en el extranjero. En el año 2000 la situación era insostenible por los altos niveles de inflación. En un intento para controlar la economía el presidente Mahuad adoptó la dolarización el 9 de enero del 2000, en la cual el país renunciaba a su política económica, y adoptaba el dólar estadounidense como moneda oficial para todo tipo de transacciones. Pero aún así se produjeron nuevos levantamientos de la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) y respaldados por un grupo de coroneles liderados por Lucio Gutiérrez.
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